4 de octubre de 2010

CAPÍTULO FINAL DE "MI VIAJE A BRETAÑA"

Lunes 3 de julio:
Hoy he recibido carta de Manolo (el primo de Juan) y de mi hermana Ana Mari.
Yo creía que no se iban a acordar de mí, pero no ha sido así, y eso me ha llenado de alegría. No me siento tan pequeña, tan insignificante.
Hemos comido en casa de Juanjo y Marca, potage de habichuelas, carne con patatas y ensaladilla de tomate. Estas comidas me saben ahora a gloria, porque aquí se come distinto.
Luego ha venido Paco con la moto, y hemos ido a su casa. Juan, Marisa y Mercedes iban en bicicleta. ¡Cuánta gente va en bicicleta aquí! Personas mayores, con su casco, niños que van a los colegios, mujeres que van al mercado, o a trabajar... Es una maravilla ver los caminos sin tantos coches, y respetándose unos a otros.
Por el camino hemos encontrado a Manolo, Juanjo, Antonio, Esperanza y Pablo.
Hemos comido rosetas en casa de Rosi.
Se acerca el momento del final. Catherine, una de las hemanas de Jacqueline, mi francesa, me ha regalado una muñeca de cerámica con un  perrito, es una preciosidad, y me ha dado mucha alegría.
Jacqueline también me ha dado unos regalos para mis padres.
En estos momentos, en mi interior hay una lucha. Por un lado quiero volver a España, y ver a todos, a mi familia; pero por otro lado siento irme de aquí, porque ya me he acostumbrado y he tomado mucho cariño a esta familia.
Ahora me lo paso bomba; nos vamos a comer cerezas de las vecinos, me hacen cosquillas jugando en el pajar, sus hermanas y yo a ellas.
Marie Laure cada día me quiere más  y siempre va conmigo a todas partes. Hemos aprendido a hablar las dos juntas, a la misma vez.
Por la tarde hemos hecho una visita al periódico "Quest France". Es enorme y muy moderno. Por dentro está todo perfectamente montado. En él trabajan 330 periodistas.
El ambiente que allí se respiraba era de un ruido inmenso; las máquinas incansables no paraban de hacer ejemplares. Salían 15 periódicos en tres minutos, o incluso menos. La máquina iba a 30 km. por hora. Allí nos lo han explicado todo muy bien. Era impresionante, la forma de trabajar y cómo controlaban las máquinas.

Martes, 4 de julio:
Hoy hemos ido a Melesse, y hemos estado con Leticia, Antonio, Juana Mari, Paco, Rosa y Antonio Carrascosa.
Melesse es una población y comuna francesa, situada en el departamento de Ille y Vilaine, en Rennes y cantón de Saint-Aubin-A'Aubigné.
La madre de Jacqueline me ha hecho otro regalo, y esto para mí ha sido una gran alegría, un poco más y me echo a llorar. Es un tazón con la inscripción de St. Germain Sur Ille (todavía conservo).
Son todos muy amables. Y es ahora, cuando el tiempo se está acabando, cuando mejor me lo estoy pasando, cuando estoy apreciando de verdad lo que están haciendo por mí. Entiendo mejor el idioma  y me defiendo mucho mejor, y me he adaptado a las costumbres, a la forma de comer, etc.
Ayer salimos en el periódico bailando sevillanas.
Por la tarde vamos al lago a pescar. Me han dejado una caña.
Nos lo hemos pasado muy bien,por todo lo que nos pasó. A mí se me enredó la caña un montón de veces, y los peces se  comían todo el cebo que le ponía. Marisa atrapó un pez pequeñito. ¡qué alegría le entró!
Mª Carmen, la hermana de Antonio, ha venido y he podido hablar de muchas cosas. Me gusta hablar con ella.
Mañana iremos a la piscina a Rennes.
Después de cenar nos hemos divertido mucho jugando a las cartas.

Miércoles 5 de julio.
Hoy me han despertado a las 6'15 para ir a Rennes.
Hemos buscado a Caty en todas las casas, nos ha costado mucho trabajo, hasta que por fin dimos con ella.
Hemos comido en el restaurante de Rallye.
Al llegar a casa, el  hermano de Jacqueline, Jean-Ivre, me ha hecho un regalo, un bote de colonia que huele a gloria; y Jacqueline una cajita de madera preciosa y una gaita de Bretaña para Mª Trini. Estoy muy contenta.
Ya falta sólo un día para salir de Francia e ir para España. ¡Viva España!

Y hasta aquí, puedo contar.
Se ve que no terminé de escribir mi aventura. Supongo y recuerdo que desde aquel día todo fue muy rápido. Las despedidas, preparar las maletas, el viaje, el largo viaje, los nervios de los días pasados, y de lo que nos quedaba al llegar a nuestras casas. El intentar atrapar al máximo los días y las horas que nos quedaban para estar juntos. La amistad que estaba empezando a nacer con fuerza con quienes serían mis amigos para toda la vida, etc... etc...
Me gustaría, una vez más, que fueran mis amigos quienes contaran esta parte de la historia.
Yo sólo recuerdo que íbamos en el autobús cantando, contancho chistes, riendo, llorando...
Que cuando llegamos a Jaén, el 9 de julio, yo invité por megafonía a todos a que nos viéramos el día de mi cumpleaños, dos días más tarde, en la Plaza Santa María.
Y de 50 que éramos, vinieron 25. Y de allí se formó una pandilla, entre los cuales tengo mis mejores amigos y amigas: Macarena, Antonio, Manolo, Mº Luz, Marisa, etc...).
Aquí comenzaron otras historias, otras aventuras. Y lo plasmé, durante un año, en un diario que aún conservo. Aquí dejo la primera hoja.
Los días posteriores al viaje los recuerdo vagamente, pero sí tengo la sensacion de que estaba perdida. Casi un mes fuera de mi casa, viviendo con otras personas, otras costumbres, otros horarios, otro idioma.
No me sentía bien. Estaba extraña, fuera de lugar.
Mis hermanas y mi madre no me entendían, ellas habían seguido igual, echándome de menos o descansando de mí, según como se mire; pero habían seguido con su ritmo de vida. El mío se había cortado, y había discurrido por otros derroteros, y ahora costaba volver a la realidad.
En este viaje conocí a personas muy importantes en mi vida, que la han marcado.
Pablo, que con su flequillo juguetón, y sus grandes ojos negros, me hizo olvidar aquel primer amor que me hizo tanto daño. Antonio, con el que se creó una amistad verdadera, una amistad de hermanos. Para mí era como el hermano que nunca había tenido. Lo quería mucho. Más tarde llegó a ser padrino de mi boda, y aún nos seguimos llamando y hablando. Y de vez en cuando, muy de tarde en tarde, nos vemos las caras.
Manolo, que también tuvo un lugar en mi corazón, y sigue siendo mi amigo, mi gran amigo.
La vida nos tenía preparado una historia para nosotros. Un ir y venir. Un acercarnos y alejarnos. Ahora volvemos a ser amigos, nos llamamos y hablamos, y también nos hemos visto más de una vez. Y hemos compartido momentos familiares importantes.
Macarena, amiga, amiga de verdad; también nos llamamos, y el otro día, cuando Laura cantó en Jaén, fue a verla, junto con su familia.
Marisa, ¡uf, qué alegría me dió al verla también en Jaén! ¡cuántos ratos compartidos, cuántas risas, cuántas penas compartidas, cuántas aventuras infantiles, cuántos secretos!
Creo que han pasado 33 años de este viaje que marcó nuestras vidas. O al menos la mía sí que lo hizo.

7 comentarios:

Grandolina dijo...

Hola Mª Angeles!!

Muchas gracias por tu agradable comentario en mi blog y por enlazarme. Yo hago ahora lo mismo con el tuyo.

Que recuerdos más bonitos de un viaje que sin duda marco una parte de tu vida.
Gracias por compartirlo.

Un beso.

Anónimo dijo...

Si,los que hemos tenido el privilegio de retornar a lugares que dejammos en la infancia, disfrutamos enormemente de los olores,sabores, paisajes, que llegamos a pensar irrecuperables...que hermosos recuerdos

saludos

Antonio dijo...

Voy a permitirme el lujo de completar los tres últimos días de regreso a España. El primero se desarrolló desde Bretaña hasta Angouleme, pero haciendo una parada muy recordada en los castillos del Loira, concretamente en los de Blois y Chambord, a los que volví con mi mujer y mis hijos hace seis años. El segundo día fue de Angouleme hasta Pancorbo, en la provincia de Burgos. Desde el hotel nos llevaron a Miranda de Ebro, donde despedimos oficiosamente el viaje en una discoteca, de la que salimos bailando "Plátano Baloo", una canción que cantamos muchas veces en el autobús. El último día fue desde Pancorbo hasta Jaén, aunque recuerdo que el grupo en pleno casi secuestra el autobús y lo desvía para no romper aquel maravilloso rebaño de quinceañeros.
Me has emocionado Ricitos. Gracias por tener un lugar para mí en tu vida. Ya sabes que para mí es un privilegio ser tu amigo, y aunque nos vemos poco, gracias a Internet hemos intensificado la amistad, que dura ya 32 años. Un beso muy fuerte. Antonio.

Mª Ángeles dijo...

No sabes cuánto me alegro, Antonio, que hayas traido a mi memoria esos recuerdos.
¡Claro que ahora recuerdo aquella discoteca! ¿cómo olvidarlo? EStábamos las niñas bailando, y empezaron a acercarse unos chavales con unas intenciones que no nos gustaron mucho. Nuestras caras, nuestros gestos, o yo que sé, hizo que vosotros, los niños, os acercárais e hiciérais un corro alrededor nuestra. ¿te acuerdas? ¡Qué bonito fue aquello! Y la canción del plátano Baloo... un dos tres, plátano balooo, ... todos salimos de allí tarareando esa canción que tú tocabas a la guitarra... ¡qué recuerdos!
Y los castillos. Un vago recuerdo me hacía comentar en ocasiones que yo estuve allí.
Gracias a tí también por estar ahí todavía. Y gracias por añadir recuredos a mis lagunas.

Teresa Cameselle dijo...

ESTAS CONVOCADA AL ...

HALLOBLOGWEEN

Javier Muñiz dijo...

Hola, bello blog,preciosas entradas,esta última muy acertada sobremanera..te encontré en un blog común,si te gusta la poesía te invito al mio,será un placer,es
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
muchas gracias, buen miércoles, besos.

E chef dijo...

Ma. Ángeles, no pienses que esto es acoso, la verdad es que me he quedado prendada de tu estilo, y no he resistido la tentación de visitar todos tus blogs, todos preciosos y con tan buena vibra, que iré a dormir con una sonrisa en los labios y paz en el corazón. Gracias
Pili
http://tuechef.blogspot.com/2010/12/panqueques-de-patatas-papas-con-gravlax.html