Jaén, 20 de febrero de 1986
¡Hola, mi niño!
Aún no me escuchas, sólo conoces de mí el ritmo de mi corazón, que te es ya tan familiar.
Pero creo que ya debes saber que te queremos, y no sólo yo, sino tu padre. Él, que está impaciente por tenerte cerca; él, que cada día piensa en tí, y te manda un beso; él, que pone la mano en mi viente, y el oído, para sentirte, y se queda asombrado, pero decepcionado después, al darse cuenta que son mis tripas las que oía; él, que se queda encantado cuando ve crecer mi barriga, porque sabe que es por tí.
La música que escucho es por tí, y para tí. Y te gusta, lo sé, porque descansas y te mueves cuando te emociona, y te siento.
Lo que leo es por tí y para tí. Y te gusta. Las poesías, las bellas palabras, sonoras palabras que te recito, como si me escucharas, que me escuchas, que lo sé, y te calmas, y te siento.
No sabemos si eres niño o niña, no sabemos cómo serás, y no sabemos qué vida te espera, pero te queremos como nunca hemos querido.
Mi mente está ocupada por tí, en todo momento te siento, y cada día estoy más contenta de ser tu madre.
Tengo que darte las gracias, de antemano, por haber germinado en mí, por hacerme sentir todo lo que estoy sintiendo, y porque vas a ser muy importante para nosotros.
¡Gracias!
_________________________________________________
1 comentario:
ahhh....las madres !!...puede uno leer estas bellas palabras e imaginar la voz de la propia madre diciéndolas !!
Publicar un comentario